El aclamado diario argelino Khobar ha advertido, en un artículo publicado recientemente, contra la amenaza que representan los grupos Islamistas al influir en el gabinete en las decisiones relacionadas con la soberanía.
En este contexto, el líder wahabí en Argelia, Sheikh Hamdash hizo un anuncio polémico diciendo: “Si fuera por mí, me gustaría abrir la embajada del EI en Argelia”.
Este peligro evoca terriblemente a los hechos de sangre que azotaron este país del norte de África en los años 90 cuando los salafistas extendían el wahabismo en todo el país.
A finales de los años 90 (también conocido como el Decenio Negro), los salafistas impusieron numerosas condiciones para renunciar a la lucha contra el gobierno y sus fuerzas de seguridad; una de las cuales era la transferencia de las mezquitas a los ulemas y los eruditos wahabí.
El gobierno se vio obligado a aceptar este requisito. “Ahora en las mezquitas reinan los extremistas y el gobierno no hace nada en contra de ellos”, dijo el diario.